Elecciones anticipadas
Una maniobra de los Kirchner
Desde Chubut Cristina anunció el adelantamiento de las elecciones que se iban a realizar en octubre, decidiendo que se votará el 28 de junio. La medida fue sorpresiva. Según trascendidos periodísticos el mentor de la idea fue Néstor Kirchner y apenas fue consultada con un grupo de allegados, a muchos de sus propios socios políticos e importantes funcionarios la decisión les llegó en forma de comunicado. El adelanto los obliga a modificar el Código Nacional Electoral en tiempo récord, por eso dicen que se va a discutir en el Congreso el próximo miércoles. La oposición reaccionó en forma dispar ya que la jugada de Kirchner los obliga a definir alianzas y candidaturas en disputa en los bloques que están conformando. ¿Cuáles son las verdaderas causas del adelantamiento? ¿Hay otra salida posible frente a la profunda crisis social y política que atraviesa el país y que va a profundizarse?
El adelanto electoral fue justificado por la presidenta como una tarea ineludible “Debemos superar el escollo electoral y tirar juntos hacia el mismo lado”. No cabe duda que para el Frente Justicialista para la Victoria esta vez las elecciones aparecen como un escollo.
Cristina impulsa el adelantamiento porque “descubrió” que el huracán de la crisis capitalista mundial apenas mostró sus nubarrones y brisas en la Argentina. Sabe que lo que se viene es un Tsunami de suspensiones, despidos, caída en la recaudación fiscal, recesión y toda la variada gama de desastres que el capitalismo puede provocar. Aunque fueros expresadas hace poco tiempo, las pavadas que afirmó sosteniendo que el país está blindado y que no necesita un plan B, ya parecen de otro siglo.Sin embargo, se dice que ella no fue la inventora de la salida por el adelantamiento electoral sino su marido. Kirchner es tan, pero tan caradura que, unos días antes, en el acto de cierre de campaña de Catamarca, había fustigado al gobernador de esa provincia, Brizuela del Moral, diciendo “¿Donde está la calidad institucional?” ¿Por qué adelantaron tanto las elecciones? ¿Tal vez porque tienen miedo de perder? Las preguntas que formuló ahora estallan en su propia cara como un boomerang con efecto retrasado.
El paso por el Congreso
Para que se vote antes, los Kirchner necesitan que se cambie el Código Nacional Electoral en tiempo récord. Esto se debe a que el calendario electoral fija plazos para la convocatoria, la presentación y aceptación de alianzas y candidatos, para la actualización de los padrones, impugnaciones, etc. El hecho de forzar todos los plazos y los atrasos con la actualización de los padrones, abren un ancho camino para que el PJ haga más fraude que nunca.
Desde ya, constitucionalistas como Barcesat y Sabsay, ven con muchas dificultades el adelantamiento por falta de tiempo.La Constitución marca que para modificar las reglas electorales se necesita una mayoría calificada: la mayoría absoluta de los miembros de cada cámara y que la convocatoria deber realizarse con 90 días de anticipación, como mínimo. Esto implica que en un Congreso con la oposición en eventuales condiciones de rechazar la iniciativa, el gobierno tiene dos semanas para modificar la ley y mantener así la fecha del 28 de junio.
Sea como sea, el Congreso es una institución en la que puede pasar cualquier cosa ya que gobierno y oposición manejan a sus diputados de acuerdo a la conveniencia de cada momento y sin ningún prurito para cambiar cualquier posición rápidamente.
Por otra parte, desde la votación en contra de la Resolución 125 y con el alejamiento de diputados oficialistas, nada es un trámite para el gobierno.
Las reacciones de la oposición
La dirigencia tuvo reacciones dispares en torno al adelantamiento. Algunos se manifestaron a favor y otros en contra. Más allá de los vaivenes y los cambios de eventuales cambios de posición, en general rechazaron la medida. Para la UCR es una locura. Para Carrió es un “escándalo”, no quiere verse obligada a enfrentar a Michetti en capital. Para Binner “no es bueno para la democracia”, él ya había desdoblado las elecciones santafecinas para no enfrentarse a Reutemann. Cobos se manifestó en contra, con el acortamiento de los plazos va a tener que definir su postura en cuanto al acercamiento a la UCR en varias provincias. Solá dijo “Esta medida aumenta las posibilidades de fraude y suena a desesperación y decadencia”, va a tener que definir rápidamente su disputa con De Narváez por el cargo a diputado en Provincia de Buenos Aires. Reutemann, como casi siempre, hizo silencio, va a tener que definir su relación con el peronismo kirchnerista santafecino.
El anuncio de la votación para el 28 de junio, formulado luego del adelantamiento de las elecciones de capital por parte de Macri, sorprendió a la oposición, le acortó los tiempos de negociación interna y la obliga a definiciones en plazos que no tenía previstos. En este sentido, la movida kirchnerista los puso en un brete.
Aunque hay rechazos de la oposición, también hay posiciones en duda y no es descartable que haya quienes en el Congreso terminen votando a favor del proyecto del gobierno por distintos motivos: por alguna negociación de último momento, por conveniencia táctica o por el temor a que un empantanamiento de la iniciativa de Kirchner para salvar al régimen institucional empeore la crisis. Cuando recuerdan la situación del 2001 todos piensan dos veces los pasos a seguir…
Mientras tanto Kirchner prepara su desembarco en la provincia de Buenos Aires y su candidatura para dar pelea, como le gusta al matrimonio presidencial, sienten que “pegaron una” y retomaron la iniciativa política, terreno en el que venían muy mal.
Maniobra preventiva de los Kirchner
La medida de adelantar tiene dos caras. Por un lado es un claro indicador de la profunda debilidad del gobierno. Por otro, refleja la intención ya anunciada por Kirchner luego de la derrota en Catamarca, va a dar pelea “pueblito por pueblito”, es decir, el kirchnerismo no está rendido y con esta maniobra preventiva pretende disputar en las mejores condiciones posibles para evitar el hundimiento completo o, en el peor de los casos, una caída aplastante.
Por supuesto, enfrenta grandes riesgos. La votación va a ser un plebiscito sobre la gestión del gobierno. Si de ella resulta que la población lo rechaza categóricamente, va a quedar prácticamente en el aire y puede abrirse un serio interrogante sobre la continuidad de Cristina en su mandato.
¿Es una medida sólo impulsiva? Que fuera sorpresiva y de urgencia no quiere decir que sea producto de un simple impulso. Como vienen los Kirchner y desde su lógica política, no les quedaba otra que hacer esta maniobra, ya que están muy débiles, tienen márgenes de decisión cada vez más acotados, pierden apoyo en forma vertiginosa y los indicadores económicos vienen en caída firme. En estas condiciones, una seguidilla de derrotas electorales previas, al estilo de Catamarca, hubiera fomentado una casi segura derrota en octubre.
Con el adelantamiento el oficialismo puede caer igual, pero forzó las condiciones para llegar con el menor desgaste posible.El intento de los Kirchner es una maniobra preventiva para intentar preservar las instituciones del régimen y que no se produzca una hecatombe con un deterioro total del gobierno que obligue a la burguesía a tener que tomar futuras decisiones de emergencia, como pasó con otros gobiernos que convocaron a elecciones ante el descalabro total de la situación.
Los motivos reales de la decisión
Más allá de las argumentaciones esgrimidas por los Kirchner y el gobierno, siempre mentirosas y ahora cubiertas de tinte electoral, hay razones muy profundas que explican el llamado a votar antes de lo previsto. Se puede decir que hay tres factores fundamentales, la “nueva” valoración del alcance actual y futuro de la crisis capitalista mundial sobre la Argentina , el resultado de Catamarca y la proyección sobre otros actos electorales y la profunda debilidad política del gobierno con los alertas de posibles cambios bruscos y estallidos ante la grave situación social.
La “nueva” valoración del alcance actual y futuro de la crisis capitalista mundial sobre la Argentina. Luego de haber recorrido el mundo anunciando que la catástrofe de la economía mundial no llegaría a la Argentina , Cristina ya no pudo sostener esa pavada tan mentirosa. Los economistas oficialistas y no oficialistas coinciden en que se viene un vendaval, que el desastre que todos los días se ve en los países centrales va a llegar con fuerza a la Argentina.
En nuestro país ya hay pobreza, desocupación, suspensiones, despidos y bajos salarios, y la perspectiva es que estos desastres se multipliquen, mientras que los capitalistas van a intentar el costo de la crisis lo paguemos los trabajadores y el pueblo.
Los indicadores que le preocupan al gobierno también están en baja. La caja de la que se vale el kirchnerismo ya no tiene la recaudación que necesita, por eso meten mano de dónde sea e incluso están discutiendo nuevamente con el FMI.
Los Kirchner saben que la cosa empeora cada día, este es uno de los motivos del adelantamiento.
El resultado de Catamarca y la proyección sobre otros actos electorales. Catamarca tuvo un peso muy importante en la decisión. En esa provincia el Frente Justicialista para la Victoria recibió una dura derrota, aliado con los impresentables Saadi y Barrionuevo. La caída, mala en sí misma para ellos, era sólo el preludio de lo que podía venir. En el calendario electoral aparecían las elecciones de Capital, Santa Fe y Corrientes, en las que el gobierno podía perder también. Los Kirchner evaluaron que se podría producir un “efecto dominó” de derrotas, con lo cual llegarían a los comicios de octubre con un panorama desolador. Para evitar este oscuro escenario es que adelantaron las elecciones.
La profunda debilidad política del gobierno con los alertas de posibles cambios bruscos y estallidos ante la grave situación social. Venía circulando en forma extendida el comentario “Así no llegan a octubre”, reflejando el mal humor social de la población y la bronca con el gobierno. A su manera lo reconoció el propio Kirchner cuando afirmó: “Lo fundamental es la gobernabilidad de la Argentina ” Siempre que usan el término “gobernabilidad” se refieren al fantasma del Argentinazo del 2001, el ejemplo que siempre agita el justicialismo para intentar imponer la idea que sólo ellos pueden gobernar el país.
Los políticos patronales tienen pánico a que se repita una situación similar a la del 19 y 20 de diciembre, tienen pánico a que vuelva a ganar las calles la movilización exigiendo “Que se vayan todos” y que el gobierno y las instituciones del régimen queden en el aire.
En la actualidad hay luchas de los trabajadores, pero es un hecho que por el rol nefasto de la CGT , que frena los reclamos y la falta de un llamado a unificar los conflictos, no hay una situación de movilización generalizada de alcance nacional. Sin embargo, el deterioro y debilidad del gobierno, la pérdida de confianza de la población, el empeoramiento de las condiciones de vida y la llegada de lo más duro de la crisis capitalista mundial, no hacen descartable imaginar la posibilidad de cambios bruscos y futuros nuevos estallidos.
Los intendentes justicialistas lo percibieron. Por eso, se dice que cumplieron un rol clave en la puesta en marcha del operativo adelantamiento planteando insistentemente “Para octubre, se incendia la provincia”
La combinación de estas evaluaciones, arrojaron como resultado la maniobra preventiva de la convocatoria cuyo resultado no está asegurado de antemano.
Por una Nueva Izquierda como alternativa a los viejos partidos y sus candidatos.
Es una obligación de los revolucionarios seguir apoyando todas las luchas contra la pobreza, las suspensiones y despidos y los bajos salarios que están en curso, hay que exigir un plan de lucha y la unidad de todos los reclamos.
Es una necesidad presentarse a disputar electoralmente con las propuestas de los candidatos patronales en todas sus variantes. Más que nunca reafirmamos la necesidad de conformar una alternativa amplia, una Nueva Izquierda anticapitalista.
Desde ya, hay que ponerse en carrera para disputar al PJ en todas sus variantes, a la UCR , versión original y reciclada, a la Coalición Cívica y a todas las variantes que no rompen con el sistema capitalista.
Desde ya, hay que ponerse en carrera para disputar al PJ en todas sus variantes, a la UCR , versión original y reciclada, a la Coalición Cívica y a todas las variantes que no rompen con el sistema capitalista.
Desde el MST, hacemos un llamado a conformar una alternativa amplia, de izquierda y anticapitalista para disputar electoralmente.Al mismo tiempo, hay que plantear una salida a la crisis del capitalismo. Nosotros creemos que se debe orientar en el camino de una Argentina Socialista. Está en discusión el modelo económico: ¿seguimos así o hay que reestatizar las empresas privadas bajo control de los trabajadores?, ¿esperamos que la crisis capitalista mundial nos ahogue o hay que sacar una ley prohibiendo los despidos y aumentando los salarios hasta cubrir la canasta familiar? ¿Seguimos así o hay que expropiar toda empresa que despida o cierre? ¿Seguimos con esta pobreza y desocupación o hay que hacer un plan de obras públicas para tener pleno empleo? ¿Seguimos así o hay que aplicar medidas de nacionalización de los recursos energéticos como hacen en Venezuela y Bolivia? ¿Seguimos así, con este capitalismo de hambre y miseria o hay que debatir medidas socialistas, de fondo, para que la crisis la paguen los de arriba y para que gobiernen los trabajadores?
Estos debates, al igual que todos los que hacen al funcionamiento de la “justicia”, a la seguridad y a los mecanismos de participación democrática, están cotidianamente en debate. Nosotros llamamos a conformar una alternativa electoral que pelee por estas salidas para el país.
El momento que atraviesa el país no precisa maniobras electorales, requiere un profundo debate sobre todos los aspectos económicos y políticos que permitan decidir sobre el futuro de los trabajadores y el pueblo. A esa instancia democrática se puede llegar por la vía de la convocatoria a una Asamblea Constituyente.Es una propuesta transicional para abordar los acuciantes temas que preocupan a la población, para que se discuta y se vote, para que los trabajadores y el pueblo tomen partido y decidan sobre qué país quieren.
Es necesaria la convocatoria a una Asamblea Constituyente, Libre y Soberana, que elija representantes tomando al país como un distrito único y con cargos proporcionales, que pueda discutir y decidir sobre todos los aspectos de la vida nacional. Frente a grandes crisis, es el camino que tomaron otros países latinoamericanos y el que se debería tomar en la Argentina.
Rubén Tzanoff